Que viene el hombre
¡Corre, lobito, corre! ¡Bien lejos!
Cuando digo "que viene el lobo", "el hombre es un lobo para el hombre", reproduzco inconscientemente un implante mental que asocia a "lobo", con peligro, maldad, inseguridad, cuando es el hombre la principal arma de destrucción masiva de este planeta, la principal amenaza al entorno, y a sí mismo. Pero no porque sea malo, malvado, imbécil, en sí mismo: es coherencia con el modo de producción en el que vivimos.
No es una "desgracia" que el medio ambiente esté como está.
No es un "drama" el estado de las aguas, de los aires, de las tierras.
O le metemos mano a este asunto, desde la raíz, a las puntas, o se acabó.
Pero sin sermones, ni moralinas. Otro mundo es necesario: hagámoslo posible modificando este modo de producción.
1 comentario
Anónimo -
No queremos ser útiles ni rendidos, me parece; así que lo que hay que cambiar es el modo. De la raíz a las flores.
El hombre es como es, ni mejor ni peor que el lobo. Y sus decisiones las toma él, o ella, que también es hombre, pero de otro sexo.
En fin, que por supuesto que es posible otro mundo; y bien posible, cambiando, eso sí, todo lo que haya que cambiar.