Capital comunista
Me voy a referir a Manuel Ballarín Aured, no tanto a su persona, al camarada Manolo, porque ese es otro asunto.
Recopilo algunos trabajos del camarada Manuel Ballarín Aured en su faceta de trabajador de la Historia, de la Historia de la Historia, que está dando como resultado sólidas referencias historiográficas sobre el reciente pasado de estas tierras, sin tener que irse más allá de las últimas décadas del siglo XIX, algo que en esta tierra es proeza descomunal, porque como ya conocen, en la dominante e interesada concepción burguesa y nacionalista de la historia local, Aragón sólo merecía la pena cuando era Reino de los cielos en la tierra que daba nombre a Corona, y hasta los peces del Mediterráneo, pobres de ellos, tenían por escamas la cuatribarrada, y Atenas y Neopatria eran avanzada cultural de la filosophía conceptual montañesa. Algunos generosos, más socialdemocrátas ellos, estiran un poco la grandeur, y llegan hasta los palacios renacentistas del XVI, pero ahí se acabó el pastel, porque el resto habría sido ya declinar, languidecer, ausencia de espíritu, pobres de nos, tras feroz invasión castellana sin anís, y feroz hecatombre de fueros y prohombrías lugareñas. Romanticismo conservador rampante en su salsa.
Manolo dedica su atención a los materiales, dialécticos, cercanos, comprometidos, utópicos (que no quiméricos)y demediados intentos de realizar aquí una construcción social, política y económica en la que los más no fueran los que más jodidos estuvieran. Y es la Segunda República el marco referencial preferente, desde una perspectiva de clase, de izquierdas, comunista, luchando por una sociedad socialista en alianza con otras sensibilidades más o menos transformadoras.
Ejemplo fundamental de todo esto es su necesaria y absolutamente recomendable La razón en marcha.
Otros ejemplos de esta línea de trabajo, de marco más local, son Del paro al Movimiento, y Lloviendo piedras.
Que Manolo no es más sectario que el más respetuoso de los puros, lo demuestra con artículos como el dedicado a Antonio Téllez.
Un ejemplo de trabajo pluridisciplinar digno, destacable y plagiado es el realizado en su Comarca de Valdejalón.
Y su producción continúa.
No estamos muertos, luego no es preciso resucitar.
Pd.: Manolo es el alto y guapo de la foto.
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ana -
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