Felinidades
¿Qué ve una gata cuando mira?
Literalmente sin aliento, tuve que renunciar a su compañía.
Hace ya casi cinco años.
Negra, peque, callejera, silenciosa, afectuosa, preciosa.
Como buena felina, no inventó la siesta: sólo la perfeccionó hasta extremos insólitos.
No ronroneaba: practicaba violonchelo.
Agua, la justa, y sólo para beber.
Retadora de insectos varios, siempre triunfaba.
Y esa mirada, esa mirada....
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Anónimo -