Leer, aprender, pensar, rebelarse
Ya no es necesario quemar libros: ahora se publican más títulos que nunca.
Lejos quedan los índices de obras prohibidas: ahora se regalan al comprar la prensa.
Y... ¿por qué ya no es necesario quemar libros, prohibirlos?
Porque da lo mismo lo que se lea, porque leer ya no significa nada, porque el control social ya no reside en el poder de decidir los libros que se publican o no.
Cuando se promocionan las obras completas de... lo que sea, de quien sea, y a precio de risa, es que ya se contempla como riesgo asumido que no va a pasar nada.
Leer, aprender, pensar, rebelarse. Hace mucho tiempo que esa cadena lógica dejó de ser tal cadena.
Se acerca el "Día del Libro", de las centenas de "Ferias del Libro".
¿Y qué?
Y nada.
Por eso hay que seguir leyendo.
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